Abrigo de novia
Si eres una novia que quiere lucir diferentes looks a lo largo del día, opta por capas y abrigos desmontables que puedas quitarte fácilmente una vez hayas dado el “sí, quiero”. Y si lo que buscas es algo más atrevido, ponte una chaqueta de cuero o vaquera para la recepción o la fiesta posterior, con la que tú y tu pareja podáis ir a juego. Por supuesto, si planeas casarte con temperaturas más frías, un chal de piel o un abrigo de plumas es una opción práctica para las nupcias de otoño e invierno.
Llama la atención con este bolero de plumas de avestruz. Póntelo sobre tu vestido de novia o sobre una mini blanca para la cena de ensayo o la recepción. Lujoso sin esfuerzo, este look de fiesta es ideal para una novia glamurosa.
Combínalo con cualquier prenda, desde un vestido de novia hasta un crop top y un pantalón de pierna ancha, este bolero de punto es chic y moderno. La versatilidad de esta prenda te permitirá lucirla en todos tus eventos nupciales y más allá.
Romántica sin esfuerzo, esta capa con adornos florales es imposible de olvidar. Su espectacular caída y su naturaleza etérea la convierten en el complemento perfecto para un vestido entallado sin adornos.
Traje de chaqueta moderno para mujer
Tradicionalmente, una levita se define como una chaqueta larga con una costura en la cintura. La costura de la cintura permite dar forma a la prenda, lo que le confiere un aspecto más entallado que otros tipos de abrigos (como la gabardina o el raglán) y otros estilos de chaqueta (como la chaqueta de saco estándar).
Los dos tipos más comunes de levita son el “chaqué” y el “príncipe Alberto”. El “Príncipe Alberto” es de doble botonadura, mientras que el chaqué (con un par de excepciones, como el chaqué universitario) es de botonadura sencilla.
Tradicionalmente, el chaqué se utilizaba en actos formales diurnos (como bodas y visitas de Estado) en lugar del frac. Durante gran parte del siglo XX, el chaqué pasó de moda y sólo lo llevaban los que vestían de forma conservadora (como el Príncipe Carlos y Ronald Reagan), pero hoy en día, con un renovado interés por la indumentaria formal (y la moda victoriana y eduardiana), la levita se ha convertido en una de las prendas preferidas para las bodas.
Los chaqués pueden ser más o menos recortados por delante. El abrigo de lino gris de la foto es lo que se denomina un “abrigo de un solo botón”. Aunque el abrigo tiene varios botones, sólo uno (el de arriba) debe estar cerrado. Este look es ideal para mostrar un chaleco especial.
Conjuntos de vestido y abrigo a juego
Mejora tu atuendo formal con un chaqué. Traje especial para bodas, confeccionado con los mejores materiales, este chaqué le mantendrá elegante. Diseñe el levita perfecto para el novio perfecto.
Los chaqués son una buena opción para los trajes de novio en las bodas de todo el mundo. Todos nuestros trajes de novio a medida se fabrican a mano, adaptados a las medidas de nuestros clientes. El estilo de doble botonadura a veces se llama Príncipe Alberto y es un complemento elegante para su look.
Una levita es una chaqueta hasta la rodilla. Muy popular y de moda durante el siglo XIX, hoy en día es un atuendo clásico para las bodas. Novio, padrino o padre de la novia, es una prenda tradicional y muy elegante.
Levita victoriana de mujer
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Boda doble con los novios vistiendo levita negra de doble botonadura con solapas de seda, chaleco gris claro, pantalón de etiqueta a rayas de cachemira, botas de vestir de botones, guantes ligeros y corbatas anudadas Ascot con alfiler de corbata (abril de 1904).
El levita es un abrigo formal de caballero caracterizado por una falda hasta la rodilla cortada en toda la base justo por encima de la rodilla, popular durante los periodos victoriano y eduardiano (décadas de 1830 a 1910). Es un abrigo entallado, de manga larga, con una abertura central en la espalda y algunas características inusuales en la indumentaria posterior a la época victoriana. Entre ellas se encuentran el cuello y las solapas invertidos, en los que el borde exterior de la solapa suele estar cortado con una pieza de tela distinta de la del cuerpo principal, y también un alto grado de supresión de la cintura alrededor del chaleco, en el que el diámetro del abrigo alrededor de la cintura es menor que alrededor del pecho. Esto se consigue mediante una costura horizontal alta en la cintura con cuerpos laterales, que son paneles extra de tela por encima de la cintura que se utilizan para recoger la caída naturalmente cilíndrica. Como era habitual en todos los abrigos del siglo XIX, el acolchado de los hombros era escaso o mínimo.