Análisis de Las bodas de Fígaro
Susanna se prueba un bonete de novia, mientras su prometido Fígaro mide la habitación del castillo que les ha cedido el Conde. Ella señala su peligrosa proximidad al Conde, recordando a Fígaro el droit de seigneur, el antiguo derecho feudal de los amos a juguetear con sus doncellas sirvientas. Fígaro jura frustrarlo.
La condesa lamenta el abandono de su marido. Susanna le habla de los planes de Fígaro de enviar a un Cherubino vestido de cruz para que se reúna con el Conde en su lugar. Cherubino llega para prepararse para su “cita” con el Conde, pero la llegada de éste le obliga a esconderse en el armario. Susanna regresa sin ser vista y se esconde.
El Conde, enterado de que Susanna está escondida en el armario, le exige que salga. Va a buscar herramientas para abrir la puerta, llevándose consigo a la Condesa. Susanna libera a Cherubino, que escapa por la ventana mientras ella entra en el armario. Al volver con su marido, la Condesa confiesa que Cherubino está dentro. Ambos se quedan perplejos cuando sale Susanna.
Le nozze di figaro imslp
En el siglo XVIII, en España, esta historia tiene lugar el día de la boda de Fígaro y Susanna, criados del Conde Almaviva. Fígaro se sorprende al oír la confesión de Susanna: el Conde la persigue. Fígaro se enfada y jura frustrar las intenciones del Conde.
Fígaro planea su estrategia. Consiste en que Susanna escribirá al Conde acordando una cita, pero enviarán al paje adolescente, Cherubino, vestido de mujer. Fígaro y Susanna consiguen el consentimiento de la Condesa. Cuando están disfrazando a Cherubino, llega inesperadamente el Conde. Desgraciadamente, el plan de Fígaro fracasa.
Además, Marcellina, una anciana, aparece allí con su abogado, Bartolo. Le recuerdan a Fígaro la promesa que le hizo de casarse con Marcellina si no le devolvía el préstamo que ella le hizo. Los planes de matrimonio de Fígaro y Susanna parecen estar perdidos.
Pero una nueva gran verdad es revelada. Esa verdad es que Fígaro, que era un bebé abandonado, es el hijo perdido de Bartolo y Marcellina. Fígaro y sus padres se abrazan. Entonces, Susanna se une a ellos. Los planes de boda de Fígaro y Susanna siguen adelante sin interrupción. Además, Bartolo y Marcellina también se casan, lo que da lugar a una boda doble.
Las bodas de Fígaro acto 3
Las bodas de Fígaro transcurren en un solo día (como indica su subtítulo “Un día de locuras”): el día de la boda de Fígaro. El telón se levanta sobre Fígaro y la futura esposa Susanna, acondicionando la nueva habitación que les ha regalado su amo, el Conde. Susanna revela que la única razón por la que el Conde ha hecho tan generoso regalo es para mantenerla cerca: planea seducirla, restableciendo el “derecho feudal”, recientemente abolido, que permitía a un señor tener relaciones con una sirvienta en su noche de bodas.
Fígaro se enfurece y jura burlar al conde. Junto con Susanna, la condesa abandonada, y el paje Cherubino (que adora a todas las mujeres, especialmente a la condesa), ponen en marcha un astuto plan para atraparlo. Disfraces, confusión de identidades y mucho esconderse dentro (y debajo) de las cosas…
Como ópera de la época clásica, las arias están conectadas por “recitativos” (discurso cantado interpretado con un “continuo” como el clavicordio que acompaña a los cantantes), donde se desarrolla la trama. Por ejemplo, durante la trepidante obertura, las cuerdas y los fagotes se mueven por toda la escala para representar la agitada atmósfera de los preparativos del día de la boda.
Las bodas de Fígaro arias famosas
Fígaro, un antiguo barbero y un hombre para todo, está a punto de casarse con el amor de su vida, Suzanne. Pero la mañana de la boda se entera de que su jefe, el conde Almaviva, planea seducir a Suzanne. A lo largo del día de la boda, Fígaro, Suzanne y la Condesa llevan a cabo un elaborado complot para corregir las costumbres licenciosas del Conde, utilizando todos los pilares de la farsa francesa: cartas falsificadas, disfraces y errores de comunicación, tanto intencionados como no intencionados. Mientras la pareja de embaucadores intenta salvar su matrimonio, el resto de la casa les interrumpe a cada paso: el amargado ex tutor de la condesa, Bartholo, que busca venganza; la criada Marceline, a la que le gusta Fígaro; y el paje del conde, Cherubin, demasiado enamorado. Al final, todos obtienen lo que necesitan, aunque no sea lo que pensaban que querían al principio.
Las bodas de Fígaro es la segunda de las “obras de Fígaro” de Beaumarchais, una trilogía que definió el género de la farsa francesa. Las bodas de Fígaro es la más conocida y querida de la trilogía, en gran parte debido a su famosa adaptación operística, escrita por Mozart y Da Ponte menos de diez años después.