Bodas en Marruecos
Soy una persona extraordinaria capaz de animarte en cualquier situación. Te sentirás bien y cómodo a mi lado. Puedo inspirar a mi hombre y darle energía. Tengo un buen sentido del humor, y también soy una mujer amable y cariñosa, sin mal genio, pero con un corazón grande y amable.
Soy una persona de mente muy abierta, alguien que acepta a las personas como son, soy un individuo justo que se adapta a los cambios en la vida y disfruta de la vida al máximo, y en busca de conocer a un hombre que pueda pasar el resto de mi vida con en los buenos tiempos y en los malos tiempos también…
Soy una persona de mente muy abierta, alguien que acepta a las personas tal como son, soy una persona justa que se adapta a los cambios en la vida y disfruta de la vida al máximo, y en busca de conocer a un hombre que pueda pasar el resto de mi vida con en los buenos tiempos y en los malos tiempos, así
Me encanta disfrutar de la vida viajando y haciendo cosas positivas, chica guapa, honesta, sincera, divertida, trabajo actualmente como enfermera y al mismo tiempo sigo mis estudios, me encanta maquillarme, ir de compras, leer, hacer deporte y viajar en mi tiempo libre, por lo que los considero como un hobby para mi. Soy muy abierta a la hora de probar cosas nuevas, por lo que me encanta elegir un nuevo hobby con mi futura pareja.
Dote marroquí
El verano sigue siendo la época perfecta para las bodas en Marruecos. Cada noche, las ciudades se convierten en escenarios teatrales, con desfiles de relucientes tekchitas y caftanes (vestidos tradicionales). Al ver esto, uno casi se olvida de la minoría de marroquíes que opta por vivir su vida al margen del contrato sagrado que llamamos matrimonio. Este ecléctico grupo es imposible de cuantificar debido al tabú que rodea la cuestión de no casarse. Pero está claro que el número crece bajo la presión de la globalización acelerada y los rápidos cambios sociales.
Según el Código Penal marroquí, los hombres y mujeres no casados que viven juntos como marido y mujer cometen un delito castigado con entre un mes y un año de cárcel. La única forma de evitarlo era optar por la fatiha. La fatiha es un certificado de matrimonio musulmán que permite, en teoría, a una pareja vivir junta mientras espera a que se reconozca su matrimonio. Sin embargo, en 2004 se aprobó un nuevo Código Civil que establecía que la fatiha sólo estaría en vigor durante cinco años más. Después, las parejas deben casarse por lo civil o por lo religioso. En consecuencia, la única forma que tienen hoy hombres y mujeres de disfrutar de sus derechos civiles como parejas es casarse.
Hombre marroquí
En Marruecos, el evento matrimonial es supervisado por los ancianos de la familia del novio que buscan y envían la propuesta de mano de la novia en matrimonio para el futuro novio. Generalmente son los padres quienes lo hacen. Sin embargo, hoy en día el novio sigue eligiendo a su futura esposa en muchos casos.
Aunque el formato básico de tener un mínimo de dos testigos para el matrimonio, aparte del padre o tutor de la novia, la puesta de otras condiciones matrimoniales, todo se hace, pero en lo que respecta a la celebración y la cocina y la tradición se identifica de forma única.
A los pocos días, el futuro hogar de la pareja se amuebla de antemano con todos los servicios necesarios: sofá, alfombra, ropa de cama, manta, etc. para el apartamento en el que vivirán los contrayentes.
Antes de la boda, se celebra una ceremonia de purificación de la novia mediante un baño de leche. La novia se viste con un traje de novia ricamente decorado, generalmente de color blanco, lleva muchas joyas y se maquilla mucho.
Tradiciones marroquíes para las bodas
Marruecos es un país con una rica cultura y fuertes tradiciones. Son visibles sobre todo durante festividades como las bodas. La belleza de esas tradiciones, su historia y su significado son las principales razones por las que tanta gente quiere celebrar su boda en Marrakech. Si desea casarse en la Ciudad Roja, este artículo le interesará.
Las tradiciones nupciales siguen estando muy arraigadas en la cultura marroquí actual, e incluyen muchos pasos y celebraciones obligatorias. . Así, una boda tradicional marroquí dura al menos varios días, a veces incluso casi una semana.
La tradición dicta que la familia del novio pida oficialmente la mano de la novia a la familia de la mujer. Es un paso muy importante y simbólico porque es el primer encuentro de los padres del novio y la novia. Las dos familias discuten las condiciones de la boda (la fecha, el coste de las distintas ceremonias, etc.). Es durante este momento específico del compromiso cuando el novio ofrece a su novia joyas y ropa preciosa. Una vez visto el aspecto financiero, comienzan los festejos de la boda.